Crono-caos
Así como varios arquitectos en el siglo XX presentaron un interés por el espacio-tiempo y las teorías de la física moderna, actualmente Rem Koolhaas en su planteamiento para Cronocaos tiene una especial consideración por la terminología astrofisica al mencionar a los agujeros negros como metáfora para entender actitudes, comportamientos y tendencias con respecto a la arquitectura moderna y la ciudad. También palabras como el tiempo, el espacio, el caos, son parte de esa terminología, que desde sus nociones más esenciales, son utilizadas como herramienta para el entendimiento de la contemporaneidad arquitectónica y urbana. El tiempo juega un papel importante al definir Cronocaos: la retrospección y la prospección definen una serie de instancias del estado del objeto arquitectónico. Mientras tanto, el espacio está sujeto a un desorden producido por alteraciones en dicho objeto determinadas por juicios de valor que modifican la cronología.
Para una mejor comprensión de aquello que la exposición pretende transmitir es necesario preguntarse ¿què significa Cronocaos? El título de la exposición posee un abanico de interpretaciones, que van desde el desgloce de las palabrasa que lo componen, hasta las definiciones y reflexiones otorgadas por sus propios comisarios. Estas definiciones se presentan a continuación:
CRONO: del griego χρονος ,que significa tiempo. Cronos, dios de la mitología griega, era la personificación del tiempo, el dios de las edades.
CAOS: del griego χάος. Estado amorfo e indefinido que se supone anterior a la ordenación del cosmos. Confusión, desorden.
CRONOCAOS implica que habrá un cortocircuito en el concepto de la cronología, que todos los tiempos se están empezando a vivir al mismo tiempo, y realmente no se tiene un aparato para pensar en ello.
CRONOCAOS es el contraste entre la ambición de un grupo de trabajo global de "conservación" para rescatar los territorios más grandes del planeta, y la ira global para eliminar los vestigios de la arquitectura de la posguerra como un proyecto social.
CRONOCAOS es la simultaneidad desgarradora de la conservación y la demolición que está destruyendo cualquier sentido de una evolución lineal del tiempo.
CRONOCAOS es la "transición de las andrajosas relgas del punk, posadas de mala muerte, y las tiendas de suministro para restaurantes, al régimen uniforme del cubo blanco. (...) un falso enfrentamiento entre la autenticidad y la gentrificación".
CRONOCAOS es la documentación de nuestro agudo período, y "2010 representaba la intersección perfecta de dos tendencias que tendrán consecuencias hasta ahora no teorizadas para la arquitectura".
CRONOCAOS es la dicotomía entre el respeto por la herencia del pasado y la guerra declarada a la modernidad.
Para AMO y OMA el año 2010 no sólo cerraba una década; era un punto importante de intersección para mirar hacia atrás y hacia adelante en temas de conservación. No obstante marcar las décadas como momentos de intersección o transición, no es un recurso exclusivo de Cronocaos y tiene que ver con un concepto más amplio. Según Barry Vacker, desde la entrada del nuevo milenio, "el cero" es un tema o un patrón recurrente en circunstancias relacionadas con el espacio-tiempo. Esto se explica mediante la "teoría del cero", una teoría que recuerda al momento en que año 2000 era símbolo de "el futuro", un mundo lleno de posibilidades utópicas para el arte, la cultura, la ciencia, la tecnología, la humanidad y la sociedad secular. La teoría del cero, más que un concepto inteligente de la numerología del milenio, sugiere trayectorias culturales, intelectuales, espaciales, a la vez que señala momentos de singularidad y/o de transformación cultural masiva.
La línea argumental de Naqoyqatsi: life as war (2002), el tercer documental de la Trilogía Qatsi del director Godfrey Reggio, a quien ya se mencionó en el primer capitulo con Koyaanisqatsi, sirve como ilustración de esta teoría. Entre las primeras imágenes de Naqoyqatsi aparecen una serie monumentos arquitectónicos cargados de historia y sin embargo, ya no son lo que solían ser. Estos lugares de la memoria ahora se vislumbran abandonados y deteriorados. Un gran "cero" se reproducirá luego para mostrar un abismo cargado de repeticiones de esta misma cifra. ¿Será acaso el retrato de una especie de "grado cero de la cultura general contemporánea"?
En el contexto que retrataba Koyaanisqatsi, la fuerza de las religiones fue remplazada por la fuerza de la ciencia y las máquinas tenían glamur. Veinte años más tarde, en Naqoyqatsi se observan imágenes cuya estética ha sido manipulada digitalmente de una manera casi grotesca. Los compositores Philip Glass y Yo Yo Ma, potencian lo visual con el deleite auditivo de sus tonadas armoniosas, punzantes y repetitivas. Esta banda sonora es el acompañamiento para la visualización de un mundo dominado por lo digital a través de imágenes, símbolos, abstracciones, códigos, noticieros, edificios abandonados, paisajes urbanos, y fragmentos de la televisión y la publicidad. Una visión sobre el mundo contemporáneo en el que la tecnología lo está alterando todo: los medios, el arte, los sentimientos, el deporte, la política, la medicina, la guerra, la ética, la naturaleza, la cultura y la misma cara del futuro humano.
Pero la teoría del cero, como ya se ha mencionado, no está necesariamente definida por décadas, siglos o milenios, también es la representación de momentos icónicos o momentos clave. Como ejemplo, dos "momentos cero" ocurrieron en los años 1972 y 2001: la caida del Pruitt-Igoe y del World Trade Center respectivamente, dos momentos clave (uno en la historia de la arquitectura y otro en la historia de la humanidad) que se convirtieron en monumentos icónicos de la destrucción. Ambos proyectos representan un "momento cero", una "Zona Cero". Inolvidables, trascendentes y símbolicos forman partes de un período que se puede explicar a través del "Espacio Basura":
"Hay lealtad cero -y tolerancia cero- hacia la configuración, no hay estado "original", la arquitectura se ha convertido en una secuencia dentro de un lapso de tiempo que revela una evolución permanente... La única certeza es la conversación continua, seguida, en raras ocasiones, por la "restauración", un proceso que siempre está reclamando nuevas partes de la historia para el espacio basura. La historia corrompe, la historia absoluta corrompe absolutamente. El color y la materia son eliminados de estas despiadadas corrupciones: lo insulso se ha convertido en la única posición neutral para lo viejo y lo nuevo (...) Es posible que incluso la memoria se haya convertido en espacio basura. Únicamente aquellos que han sido asesinados serán recordados..."
Las acepciones del Espacio Basura definidas por Rem Koolhaas hicieron eco en un texto presentado en Cronocaos denominado "Criterios para la evaluación de la Basura Universal Insignificante (BUI ó en inglés IUJ Insignificant Universal Junk)". Como ya se había mencionado anteriormente, en un acto de manifiesta irreverencia, Cronocaos presenta este texto como un homólogo del texto "Criterios para la evaluación del Valor Universal Excepcional (VUE)". Para la lectura del convenio creado por OMA es necesario apuntar su carácter sarcástico.
Un artículo denominado "Celebrando al burócrata: Publickworks de OMA" comenta que Cronocaos abordó el tema la conservación "con un corte polémico y, por otro lado, devolvió el brillo al perfil intervencionista -activista- de Koolhaas". Este papel "activista", propositivo y radical en el que se pregunta de manera sistemática si todo debe conservarse y es irreverente con los congresos de conservación de las Naciones Unidas.
Los criterios del convenio establecen que debe eliminarse cualquier bien que: represente una falta de genio creativo; presente una negligencia de valores sociales; aporte un testimonio mundano de la cultura; sea un ejemplo promedio de edificio, sea un asentamiento antisocial; se asocie con eventos no tradicionales; sea un área de saturación superdesarrollada y de insignificancia estética; sea banal desde el punto de vista histórico, ecólogico o científico.
A continuación la transcripción y traducción del convenio.
CONVENIO RELATIVO A LA DEMOLICIÓN DE BASURA CULTURAL MUNDIAL
AMO con motivo de la Exposición Internacional de Arquitectura de la 12da. Bienal de Venecia del 29 de agosto al 21 noviembre 2010
Tomando en cuenta que el patrimonio cultural y el patrimonio natural nos están abrumando, no sólo a través de la creciente necesidad de identidad e historia, sino también por los cambios en las condiciones sociales y económicas que agrava con fenómenos cada vez más formidables de la conservación,
Considerando que la proliferación del patrimonio cultural y natural constituye un riesgo de banalizar el patrimonio de todas las naciones del mundo,
Teniendo en cuenta que la protección de ese patrimonio a nivel nacional tiene a su disposición enormes recursos ecónomicos, científicos y tecnológicos en el país donde se encuentre el bien a proteger,
Recordando que las ideas de la organización dispondrán que se libere el territorio urbano sobresaturado a través de la demolición de basura, y recomendando a las naciones interesadas las nuevas oportunidades que surgirán,
Teniendo en cuenta los convenios internacionales vigentes, recomendaciones y resoluciones de los bienes culturales y naturales, demuestran la importancia que tiene, para todos los pueblos del mundo, de cualquier país al que pertenezcan, la basura activamente en demolición.
Considerando que ciertos bienes del patrimonio cultural o natural son insignificantes y transitorios y por lo tanto deben ser demoliodos para facilitar el crecimiento y desarrollo de la humanidad en su conjunto,
Considerando que, en vista de la magnitud y la velocidad del potencial global para producir basura, corresponde a la comunidad internacional en su conjunto participar en la eliminación del patrimonio cultural y nacional que constituye la Basura Universal Insignificante, por la concesión de asistencia colectiva que, aunque no ocupa el lugar de la acción de Estado en cuestión, servirá de complemento eficiente de la misma,
Considerando que es esencial para este fin de adoptar nuevas disposiciones en la forma de un convenio que establece un sistema eficaz de demolición colectiva del patrimonio cultural y arquitectonico que constituye la Basura Universal Insignificante, organizada con carácter permanente y de acuerdo con los modernos métodos científicos,
Habiendo decidido, en esta 12da. Bienal Internacional de Arquitectura, que esta cuestión debería ser objeto de una convención internacional,
Adoptada con fecha veintinueve de agosto de 2010 de la presente Convención.
Criterios para la evaluación de la Basura Universal Insignificante (BUI)
El comité considera que una propiedad constituye Basura Universal Insignificante BUI si cumple con uno o más de los siguientes criterios. Los bienes propuestos por tanto, deberán:
(i) representar una falta de genio creativo humano;
(ii) presentar una neglicencia de los valores sociales, durante un periodo concreto o en un área cultural del mundo, en cuanto a la evolución de la arquitectura o la tecnología, las artes monumentales, la proyectación urbanística o el diseño del paisaje;
(iii) aportar un testimonio mundano o banal de una tradición cultural o una civilización viva o desaparecida;
(iv) ser un ejemplo promedio de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico o tecnológico, o de paisaje que ilustre (una) etapa(s) insignificante(s) en la historia humana;
(v) ser un ejemplo de un asentamiento humano anti-social, de uso transitorio y cínico de la tierra o del mar que sea representativo de una cultura (o culturas), o de la interacción humana con el medio ambiente y es un obstáculo para el cambio irreversible;
(vi) estar directa o tangiblemente asociado con eventos no tradicionales -ideas, creencias, trabajos artísticos y literarios de Basura Universal Insignificante;
(vii) contener terribles fenómenos sintéticos o áreas de saturación superdesarrolladas y de insignificancia estética;
(viii) ser ejemplos banales que representan las etapas de menor importancia de la historia de la tierra, incluido el testimonio de la vida y significativos procesos geológicos en curso para el desarrollo de las formas terrestres, o características geomórficas o fisiográficas insignificantes;
(ix) ser ejemplos banales de procesos ecológicos y biológicos transitorios e insignificantes en la evolución y desarollo terrestre, acuático, costero y marino y las comunidades de plantas y animales;
(x) contener los ejemplos más insípidos e insignificantes de hábitats carentes de diversidad, incluyendo las que contienen tipos sobreprotegidos desde el punto de vista de la ciencia o la conservación.
*Este escrito fue extraido del libro Demolición; el agujero negro de la modernidad (2017) de Verónica Rosero.
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