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Cronocaos y el agujero negro, Bienales: la importancia del pasado - Verónica Rosero

 Bienales: la importancia del pasado

 "Empecemos por el principio", dice Hans Ulrich Obrist a Rem Koolhaas, intentando indagar cuáles fueron los inicios de su interés por la conservación y su camino hacia "Cronocaos". Una serie de pequeñas televisiones colocadas a lo largo del Palazzo delle Esposizioni mostraban entrevistas a varios de los participantes de la Bienal. Las entrevistas estaban a cargo de Hans Ulrich Obrist. Entre ellas, una entrevista a Rem Koolhaas con motivo del comisariado de "Cronocaos".

 En la entrevista por Ulrich Obrist, Rem Koolhaas empieza por esbozar lo que antecedió a Cronocaos. El Parlamento Holandés fue el primer proyecto en el que OMA tomó en consideración la cuestión de la conservación. Allí afloró el interés por trabajar con la historia, con el pasado. Más tarde llegó el proyecto para la Koepel Panopticon Prision, un edificio del siglo XIX que debía ser equipado para al menos 50 años más para encarnar las actuales perspectivas en el tratamiento de los reclusos. Para este proyecto Rem Koolhaas trabajó con una base en la que se trataba el tema de la historia y del pasado en la que descubrió que la belleza de la arquitectura histórica radica generalmente en su gran tamaño, su gran simbolismo, sus grandes espacios y grandes dimensiones que la convierten tanto más flexible de lo que podría ser la arquitectura moderna.

 Koolhaas explica a Ulrich cómo en este proyecto procuraba ser muy preciso con un programa y con la organización. No obstante, resultó que se podía habitar el edificio del panóptico en quince maneras distintas completamente opuestas a las que se pretendía ser usada. Para Rem Koolhaas, esta gran dimensión de la arquitectura histórica también se traduce en un hermoso tipo de flexibilidad que incluso la arquitectura flexible en el sentido contemporáneo, muy rara vez tiene.

 Hans Ulrich Obrist continuá con la entrevista: "Tu decías que la conservación abarca una revisión, una distorsión, un rediseño... Fue acaso la primera epifanía aquella de 1979 con el Parlamento Holandés?" La respuesta se re direcciona hacia la primera edición de la Bienal Internacional de Venecia de 1980. La exposición fue denominada La presenza del passato (La presencia del pasado), en consideración al tan mencionado en aquel entonces, movimiento posmoderno, aunque finalmente se decidiera no incluir esta palabra dentro del título, tras debatirse entre nombres como "La Arquitectura de lo Posmoderno", "Después de la Arquitectura Moderna", "Arquitectura Posmoderna", "Posmoderno", "La exposición sobre el Posmodernismo".

 Esta Bienal fue comisariada por Paolo Portoghesi, con Robert Stern y Kenneth Frampton como parte de comité de organización, aunque este último finalmente renunció antes de la inauguración del evento, al estar comprometido con una modernidad revisionista, en contraposición al discurso de los anteriores, que más que posmodernos era anti-modernos.

 Rem Koolhaas, fue partícipe de la exposición, entre otros arquitectos, con una propuesta. En la entrevista con Hans Ulrich Obrist, Koolhaas apunta que La presenza del passato, fue la última vez que una Bienal prestó atención al tema de la conservación. La Bienal Internacional de Venecia de 1980 abordaba temas concernientes a preocupaciones que, según Charles Jencks, giraban en torno a un "lenguaje perdido de la arquitectura" e iban en estrecha consonancia con el movimiento posmoderno y con una fuerte presencia de historicismo, excluyendo otras vertientes relacionadas al movimiento.

 En el año 2011 la revista Architectural Design recupera la memoria de la Bienal de 1980 a través de un artículo denominado "Historicism versus communication. The basic debate of the 1980 Biennale" (Historicismo versus comunicación. El debate básico de la Bienal de 1980). La introducción aputa: "La primera Bienal de Arquitectura de Venecia en 1980 proporcionó un trampolín vital para el Posmodernismo, dotándolo de un escenario internacional. La Strada Novissima, con sus fachadas de eminentes arquitectos de la época, es ahora una imagen seminal de la arquitectura del siglo XX. (...) La importancia que se da al pasado en el tema de la feria fue un punto de discusión entre los organizadores de la exposición, Esto ha tenido un impacto duradero en la cultura arquitectónica en la actualidad". El artículo apunta que la exposición mostraba lo que para algunos era un "pastiche" como en el caso de Bruno Zevi quien, en abierto debate con Paolo Portoghesi, opinaba que la exposición sugería un difícil salto hacia la restauración de edificios. Otras fuertes críticas se sumaron, como la de Vittorio Gregotti en el diario La reppublica de 1980, considerando la exposición "una orgía de columnas falsa". 

 El objetivo, según Paolo Portoghesi, era que los arquitectos vuelvan a competir entre ellos, como en el siglo XVI y el período barroco. Para la Architectural Design la Bienal de Arquitectura de 1980 fue un punto de partida radical: fue la primera exposición mediática internacional a gran escala, que proponía un nuevo tipo de espacio a través de un total tratamiento posmoderno que aún impacta en la forma de exponer y consumir la arquitectura hoy en día. En la repercusión inmediata de esta bienal, la comunicación se vio opacada por el historicismo. En el largo plazo, la habilidad de la arquitectura para comunicar ha sido el factor más relevante.

 En una especie de flashazos futuristas de lo que se exponía 34 años atrás en La Presencia del Pasado, las imágenes de Elements of Architecture una de las exposiciones de la Bienal de 2014 denominada "Fundamentals" y comisariada por Rem Koolhaas, invitaban inevitablemente a establecer una relación con la Bienal de Venecia de 1980. Tanto "Fundamentals" como "Cronocaos" poseían un eco de algunas de las reflexiones derivadas de la Bienal de 1980. Sin embargo, existen varias diferencias importantes y de fondo: el interés por el pasado de Paolo Portoghesi, centrado en la competición entre arquitectos, contrasta con el objetivo de Rem Koolhaas de enfocarse en la arquitectura mas no en los arquitectos.

 "Después de varias bienales de arquitectura dedicadas a la celebración de lo contemporáneo, Fundamentos mirará historias, tratará de reconstruir cómo la arquitectura se encuentra en su situación actual, y especular sobre el futuro." Fundamentals estaba compuesta por tres exposiciones interconectadas: Absorbing Modernity 1914-2014 (Absorbiendo de la Modernidad 1914-2014), Elementals of Architecture (Elementos de Arquitectura) y Monditalia. En el caso de Absorbing Modernity 1914-2014 hace un guiño a lo que fue en momento Cronocaos en la Bienal de Venecia de 2010, y conmemora 100 años de Arquitectura Moderna; sin duda otro "momento cero" de la historia de la arquitectura. "Creo que la arquitectura está escrita como si tratase de un disciplina muerta, pero creo que hay vida en la arquitectura", comenta Rem Koolhaas respecto a la exposición que propone un viaje a los orígenes de la globalización. "En 1914 era válido hablar de arquitectura china, india, o suiza; pero 100 años después, bajo la presión de guerras, regímenes políticos muy diferentes, múltiples condiciones de desarrollo, movimientos arquitectónicos, talentos individuales, amistades, desarrollos tecnológicos, las arquitecturas que antes eran específicas y locales ahora son intercambiables y globales".

 Así como la Bienal de 1980 recordaba un pasado clásico, más lejano (aunque mejor valorado, por lo que se ha podido analizar hasta el momento), la Bienal del 2014 recordaba un pasado más reciente. El objetivo principal radicaba en "romper todas las conexiones con la arquitectura contemporánea que, a pesar de las muchas manifestaciones impresionantes, no goza de buena salud, y centrarse en la evolución de la arquitectura mundial en los últimos 100 años".

 Rem Koolhaas en la conferencia de prensa a propósito de la inauguración apunta: "La modernidad es un proceso doloroso, algunos países han estado obligados a modernizarse aceleradamente" (...) "No es solo una muestra del pasado, de lo que hemos perdido, sino de lo que hemos ganado, de la respiración de la arquitectura del futuro". También es muy crítico con los arquitectos estrella, algo que había anticipado en Cronocaos al mostrar en uno de sus paneles que la última vez que un arquitecto apareció en la portada de la revista Time, fue en los años 1970 con Philip Johnson. "El arquitecto estrella es una figura que no existe, un lugar común para referirse a los que ganan montañas de dinero y realizan todos los proyectos que desean. Un invento de los periodistas perezosos."

 En la Bienal de 1980 también hubo algunas controversias: Peter Eisenman, invitado a participar, rechazó la invitación. Cinco décadas más tarde, el mismo Einsenman comentó en Fundamentals: "Hace 50 años, sabíamos que el movimiento moderno había muerto. Le Corbusier, Mies van der Rohe, Frank Lloyd Wright: todos muertos. No sabíamos lo que era el futuro pero sabíamos todo esto estaba muerto."

 Ya se ha hablado sobre las connotaciones y los mitos alrededor de la "muerte de la arquitectura moderna" en el primer capítulo. Las diferencias ideológicas entre Bienales y sus comisaríos marcan puntos de reflexión en la historia y teoría de la arquitectura. Aunque en este caso se ha mencionado tres Bienales sobre el pasado (1980,2010 y 2014), Cronocaos hace referencia a un debate aún más antiguo sobre la conservación.

 Según Rem Koolhaas, la última vez que verdaderamente se  teorizó en materia de conservación fue a mediados del siglo XIX por parte de John Ruskin y Eugene Violet-le-Duc. En uno de los cuarenta paneles que constituían la exposición se podía apreciar un panel con la figura de estos dos personajes y sus dos teorías contrapuestas. Authentic era el lema para calificar aquello que Ruskin comentó en 1949:

 "No vamos a engañarnos a nosotros mismos en este importante asunto; es imposible, así como es imposible resucitar de la muerte, restaurar ninguna obra arquitectónica que haya sido grandiosa o bella."

 Bajo el título Restored se exponía la opinión vertida por Violet-le-Duc en 1850: "Restaurar un edificio no es repararlo, ni darle mantenimiento o reconstruirlo; es restablecerlo en un estado final que no ha existido antes". Estas dos ideologías conflictivas (expone el panel) continúan sometiendo a la conservación en una sistemática esquizofrenia entre ruina y restauración. "La conservación necesita una teoría producta de un campo unificado de estudio para resolver la contradicción".

 Cronocaos manifiesta que el fracaso de la arquitectura moderna no es un fracaso de la conservación, sino la imposibilidad de conservación; no es la sustancia física, mucha de ella interminablemente modificada y reciente, sino la vida que produce. La cuestión es que no se ha teorizado respecto a una forma de mantener no sólo la apariencia física, sino, como en una máquina del tiempo, también la vida que viene con él, situación evidentemente compleja por las propias dinámicas de transformación de la sociedad.

 *Este escrito fue extraido del libro Demolición; el agujero negro de la modernidad (2017) de Verónica Rosero.


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